En este libro, que contiene una recopilación de 43 cuentos que Lucia Berlin escribió a lo largo de su vida, podemos apreciar su genialidad a la hora de convertir con facilidad los momentos cotidianos en relatos excepcionales e inolvidables. “Manual Para Mujeres De La Limpieza” es literalmente un manual para conocer la magia de Lucia Berlin, apreciar su trabajo, enamorarse de su forma de ver la vida y de plasmarla en papel.
En los cuentos de Berlin es común encontrarse con frases controversiales escritas de una forma dulce o graciosa, mostrando cierto humor negro. Y es que la vida de Berlin fue como de pelÃcula, cargada de momentos inesperados, de historias demasiado ‘locas’ o trágicas como para ser verdad, pero como ella misma escribió en “Silencio”: “No me importa contar cosas terribles si consigo hacerlas divertidas” …y no se equivocó, ella logra divertirlo a uno con sus ocurrencias por más trágicas que parezcan. Cada cuento es un viaje a un escenario inesperado y a un final que no esperas ni puedes premeditar, es un boleto a enamorarse de la cotidianidad y entender que ahà es donde radica la belleza de la vida.
De Lucia, me quedo con varios cuentos favoritos y con ganas de volver a releer sus cuentos, sacarle más provecho a cada historia. Uno de mis favoritos, sin duda fue “Manual Para Mujeres de La Limpieza”, “Volver al Hogar” y “Silencio”, pero en realidad disfruté cada uno de sus cuentos y sobretodo donde aparecÃa el personaje de Sally, quién en cierto sentido representaba a la hermana real de Lucia.
- Se te escapan las mentiras entre los dientes.
- Nunca he entendido cómo es posible que tanta gente prácticamente iletrada pueda leer la Biblia con tanto ahÃnco. Hace falta valor. De la misma manera, me sorprende que las costureras sin estudios del mundo entero se las ingenien para poner una manga y una cremallera.
- Una cosa sé de la muerte. Cuánto mejor
es la persona, cuanto más cariñosa, feliz y compresiva, menor es el vacÃo que deja su muerte. - El miedo, la pobreza, el alcoholismo, la soledad son enfermedades terminales. Urgencias, de hecho.
- ¿Y si nuestro cuerpo fuera transparente, como la puerta de una lavadora? Qué prodigio, observarnos por dentro. Los deportistas correrÃan con más ahÃnco, bombardeando sangre a toda máquina. Los amantes harÃan más el amor. ¡Hostia! ¡Mira esa descarga de semen! Las dietas mejorarÃan: kiwi y fresas, remolacha cocida con crema agria.
- En la profunda noche oscura del alma las licorerÃas y los bares están cerrados.
Atracción Sexual
- Un principio básico de la seducción, me explicó, es trabajar en solitario. Da igual que la otra mujer sea guapa o fea: simplemente retrasaba y complicaba cualquier operación.
Penas
- ¿Sabes una cosa que he aprendido en la vida? La mayorÃa de la gente no se fija en nada, y si se fija, no le importa.
Triste idiota
- La soledad es un concepto anglosajón. En Ciudad de México, si eres el único pasajero en un autobús y alguien sube, no sólo se sentará a tu lado sino que se recostará en ti.
- -Me tratan con respeto, ¡como a un hombre!
- Recorrimos la calle de arriba abajo, mirando los escaparates de restaurantes estupendos, pero a todos les sacaba alguna pega. Uno era demasiado elegante. Decidà que a partir de entonces dirÃa <
> en lugar de < > . ¡Oh, mira, ha llegado mi elegante factura de teléfono!
- La muerte cura, nos dice que perdonemos, nos recuerda que no queremos morir solos.
- Mamá, tú veÃas la fealdad y el mal en todas partes, en todo el mundo, en todos los lugares. ¿Estabas loca o eras una visionaria? Qué más da: no soporto la idea de acabar como tú. Me da mucho miedo, estoy perdiendo el sentido de lo que es...precioso, verdadero.
- Por supuesto que aquà también soy yo misma, y tengo una nueva familia, nuevos gatos, nuevas bromas...pero sigo tratando de recordar quién era en inglés.
- Exagero mucho, y a menudo mezclo la realidad con la ficción, pero de hecho nunca miento.
- No me importa contar cosas terribles si consigo hacerlas divertidas.
- El dolor es de la conciencia de que la felicidad no durará.
- Es cuestión de superar la realidad, de crear nuestra propia verdad.
Espera un momento
- El problema es que cuando vuelves a la vida normal, todas las rutinas, las marcas del dÃa a dÃa parecen mentiras sin sentido. Todo es sospechoso, una trampa para adormecernos, para volver a arroparnos en la plácida inexorabilidad del tiempo.
- La muerte ronda alrededor mientras esperas a que se haga la noche y luego esperas que se haga la mañana. Cada dÃa te vas despidiendo un poco.
- Todos tenemos nuestros álbumes de recortes mentales. Planos congelados. Instantáneas de gente a la que amamos en distintos momentos.
- Hablar con el gato no es tan rato, pero me siento ridÃcula, porque el mÃo está completamente sordo.
- ¿Qué más me he perdido? ¿Cuántas veces en mi vida he estado, digámoslo asÃ, en el porche de atrás y no en el delante? ¿Qué me habrÃan dicho que no alcancé a escuchar? ¿Qué amor pudo haberse dado que no sentÃ? Son preguntas inútiles. La única razón por la que he vivido tanto tiempo es porque fui soltando lastre del pasado. Cierro la puerta a la pena al pesar al remordimiento.