El amor es como el cangrejo.


Romeo y Julieta. María y Efraín. Scarlett O'Hara y Rhet Butler.

Todos tienen algo en común: Una historia de amor. En realidad, no interesa si fueron trágicas, fáciles o difíciles, lo que importa es que era un amor que parecía haber nacido antes que ellos y seguía vivo después de que sus almas vivieran sin sus respectivos cuerpos.

Antes parecía ser más complicado el amor, por estar sometido bajo prejuicios de la sociedad y de la cultura, como el dinero y la clase social. Pero, ¿y ahora? ¿Es más fácil? ¿Menos prejuicioso? No. Ahora el amor se ha complicado más de lo normal. Amores como el de María y Efraín parecen no existir actualmente, y sí alguien proclama ser la ‘María’ de algún ‘Efraín’ o viceversa, sólo es motivo de burla ó una razón para sospechar ‘tanto amor’ de donde viene. Y entonces lo que antes era amor, ahora es un sentimiento revuelto, amargo y ficticio que parece vivir bajo la luz de las redes sociales.

¿Tu novio no tiene Facebook? Mmm raro. ¿No lo usa tanto? Fijo esconde algo. ¿No se le puede escribir en el wall? Se la pasa mandándole ‘Private Messages’ a cuanta vieja conoce.
Y si Julieta hubiese tenido Facebook, ¿Romeo habría sido igual con ella? ¿Habrían preferido la muerte antes de separarse el uno del otro? Tal vez no; sólo habrían terminado y sus vidas afectivas seguirían buscando o encontrando amores ficticios para no sufrir del mal de la soledad. No podemos vivir bajo las luces de las redes sociales para entender el amor porque sí nos dejamos llevar por eso, caemos en el aislamiento así como el cangrejo, metidos en un hueco tratando de excavar más y más hasta encontrarnos totalmente solos.

Pero, ¿Por qué la soledad perturba a muchos?. Es claro que compartir momentos con alguien es gratificante pero estar en una relación por el simple hecho de no estar a solas con la soledad, es lo más desgastante para el alma.
Por mi parte he preferido optar por la libertad, para llegar a conocerme más y no escoger estar con una persona que no me complementa ni me completa del todo. Algunas veces me he alejado inconscientemente de alguien por miedo a muchas cosas; por miedo a perder a esa persona para siempre, miedo a no sentirme ya cómoda con la soledad cuando la relación acabe, por miedo de arriesgar todo por amor.

El amor no se trata de estar con alguien por esquivar o evadir la soledad. En el amor se vive, se aprende, se goza si estás con la persona que en verdad quieres y se sufre todo el camino si estás con la persona equivocada. Hay que saber descifrar lo que sentimos y lo que percibimos para no dejarnos llevar por el miedo, porque en resumidas cuentas, es nuestro peor enemigo. ¿Cuántas veces no hemos perdido una persona que queremos por tener miedo de vivir ese amor? ¿Vale la pena arriesgarse a vivir solo que arriesgarse a vivir en pareja? Lo que vale la pena es arriesgarse porque la vida es sólo una, o al menos sólo una que recordamos, y lo que no hacemos ahora vendrá en forma de remordimiento en un futuro no muy lejano.

Y así a través del tiempo, el amor, en vez de ir mejorando va caminando como el cangrejo, para atrás.

Foto vía: fondosgratis.mx

Ana María Bustos

5 comentarios:

  1. Negarse a comprometerse no representa solamente una actitud egoísta de no querer compartir la vida con nadie porque es más cómodo, sino que también tiene un significado psicológico con raíces más profundas; es el miedo a sufrir.

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  2. muy bueno tu blog, me estuve un buen rato leyéndolo, te invito al mio http://patryespacio.blogspot.com/, saludos =)

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    1. ¡Gracias Patricia! Tu blog también está muy bueno! Saludos.

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  3. Leí varios textos y me han gustado bastante, este en especial. Es muy bueno! :)

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