¿Qué deberÃa venir primero, el amor por alguien o el sueño que busca redimir la historia de tu familia? ¿Se podrÃa vivir solo de amor o el amor no basta para todo? ¿PodrÃa el amor esfumarse a lo largo de los años y enfriase por la distancia?
De esta novela, podrÃamos llevarnos muchas preguntas profundas y difÃciles de responder, pero afortunadamente Attua y Cristela, los protagonistas de la novela, nos ayudan a responderla según como se desenvuelve su historia.
A lo largo de los años y, de las páginas leÃdas, los personajes van evolucionando y madurando, llegando a cuestionarse cosas cada vez más trascendentales referentes a cómo ven la vida, cómo deberÃan vivirla, pero sobretodo en cuanto a su ser y anhelos aún no cumplidos.
A continuación, comparto catorce frases que me gustaron de "Como fuego en el hielo":
- "Deseó poder detener sus pensamientos, sobre todo aquellos que irrumpÃan de forma súbita pero imparable para atormentarla. Se preguntó, como tantas otras veces, si eso le sucedÃa solo a ella o si alguien como Davina sufrÃa también por culpa de ese interminable monólogo interior, ese enredo de imágenes y asociaciones de ideas, que a ella la agotaba. Quizás más, se dijo, Davina estaba ociosa la mayor parte del dÃa y, por lo que aseveraban las ajada ancianas del lugar, que habÃan sobrevivido a décadas de escasez por las malas cosechas y las guerras, la ocupación era la única medicina que calmaba la inquietud del ánimo y del pensamiento". Pg. 52-53
- "Para mover los negocios hay que tener una fe inquebrantable en nuevas ideas y mucha energÃa para llevarlas a cabo. ¿Conoces a algo polÃtico que tenga? Yo no". Pg. 93
- "Le resultaba difÃcil de comprender cómo surgÃa el amor, el súbito deseo de unirse a alguien para sentirse completo. NacÃas, crecÃas y vivÃas años con la única compañÃa de tu yo interior y, de pronto, eso ya no era suficiente: necesitabas fundirte con otro ser habitado por su propio yo". Pg. 105
- "Nunca sabemos por qué o para qué pasan las cosas Attua, pero siempre hay que mirar hacia delante. Los sueños se pueden reconducir. No eres el único al que le toca cambiar de rumbo". Pg. 115
- "Los más ricos ya no son solo los grandes propietarios ni los aristócratas, sino los hombres de negocios. Siempre que tengas ganas de trabajar y visión de futuro, sobrevivirás". Pg. 115
- "Eran torpes e inexpertos, pero mostraban la misma sabidurÃa de la tierra que los rodeaba. FlorecÃan a pesar de la oposición del aire. Maduraban a pesar del frÃo. AprendÃan solo por el hecho de estar vivos". Pg. 140
- "Y la idea era, en escencia, que la muerte se presentaban en la vida de diferentes maneras -la ausencia significaba muerte; la decrepitud anunciaba muerte; el olvido ensalzaba su triunfo-, pero se proclamaba irrefutable y descaradamente invicta cuando se terminaban los sueños". Pg 229
- "Si tan convencido estás de que nada, ni siquiera le paso del tiempo, te proporcionará alivio, mi consejo es que no renuncies a tener una familia. A veces, lo único que tiene sentido es la continuidad de tu propia sangre". Pg. 241
- "HabÃa escuchado a alguien decir que la esperanza era todavÃa más peligrosa que la desesperación, porque se empeñaba en continuar presentan do como alcanzable lo que se deseaba, mientras la cólera, el enojo o el despecho terminaban por morir con el tiempo". Pg. 346-347
- "La vida era como la precipitación de la nieve según la estación del año: intensa o tediosa, vertiginosa o pausada, pero nunca sosegada". pg. 367
- "La vida era una traición continuada. Cualquier elección de un camino, voluntario o forzada, incluÃa un rechazo de los otros que se abandonaban. Una vez emprendido el camino, solo quedaba la propia supervivencia". Pg.375
- "Y el resentimiento no terminaba con la muerte, sino que pasaba a las siguientes generaciones, como los muebles de una herencia". Pg. 511
- "La vida tenÃa la sorprendente habilidad de repetirse". Pg. 511
- "Recordó entonces una frase de su infancia "Casa puesta, muerte a la puerta", repetÃan las ancianas de Albort. QuerÃan decir que, mientras uno tenÃa trabajo que hacer, algo por lo que luchar, el mismo esfuerzo lo mantenÃa vivo. Cuando su faena terminaba, cuando el propósito ya estaba cumplido, solo cabÃa esperar a que su paso p or el mundo terminara también". Pg. 528