'El Sueño de la Crisálida' en 22 frases

Siempre que viajo me gusta comprar libros y especialmente de autores de ese país. Así que estando en España este año, me encontré con una novelista de Barcelona llamada Vanessa Montfort y su último libro: El Sueño de la Crisálida.

Me causó curiosidad desde la portada -tengo que admitirlo- y después de leer un poco sobre el tema que trataba, me terminó convenciendo del todo: una historia sobre evolución personal, teniendo en cuenta que todos tenemos la capacidad de cambiar y de crecer, sólo hay que ser conscientes del cambio que se quiere.

Aquí dejo las 22 frases que me llamaron la atención de la novela:

  1. Pero la primera crisálida también tuvo que soñar sus alas (Pg.12) 
  2. Los indios creen que cada uno tiene un animal en que te conviertes para sobrevivir (Pg.27)  
  3. Confía e invierte también en esto. -Y se toca el pecho-. Puedes estar perdiéndote lo más importante. (Pg.42) 
  4. El infierno es despertarte y que las personas que te rodean te hagan sentir en peligro. (Pg.148) 
  5. Que expresar los sentimientos se percibe como signo de valentía y seguridad en uno mismo. Que ocultarlos señala públicamente una gran debilidad tuya: el miedo. (Pg.167) 
  6. No se puede llevar toda la vida una doble moral. En la vejez sale lo que has reprimido toda una vida. (Pg.187) 
  7. La pobreza es tan fácil de olvidar...(Pg.267) 
  8. La culpa es una bomba atómica. Eso quiero decir. Una onda expansiva que destruye mucho más allá de su objetivo y cuya radioactividad enferma el ecosistema de un ser humano durante demasiado tiempo. (Pg.267) 
  9. Soy consciente de que yo soy parte de esa sociedad cansada. Esa que se cree libre. Esa que baila al son del 'sí se puede' y del 'tengo que poder' hasta que caigamos en la depresión del 'no puedo no poder más'. La obligación del rendir y la culpa si no puedo. (Pg.309) 
  10. ..la sociedad enferma que describe el filósofo. Uno que necesita sobrestímulos para seguir en esa sociedad del dopaje, da igual que sea cocaína que un cóctel de vitaminas y probióticos, la gasolina para que la máquina siga rindiendo, o bien no seguir y caer en la angustia. (Pg.322)
  11. Procastinar es un mal vicio, ese que dices que tienes, pero ¿sabes una cosa? Es peor cuando lo que se pospone es la vida. (Pg.323) 
  12. No quiero ser una de esas que dicen: “Cuando pueda y me jubile, ya haré lo que me gusta”. Quiero ser capaz de disfrutar el presente y de soñar con el futuro, llegue o no llegue. (Pg.323) 
  13. Hay que tener cuidado con lo que designamos como felicidad porque a partir de ese momento vamos a buscarlo como locos. Incluso puedes dedicar tu vida a ello y, un día, si tienes la fortuna de alcanzarla, puedes que llegues a la conclusión de que te hace incluso infeliz. (Pg.324) 
  14. El amor y el silencio purifican el espíritu, como el fuego. (Pg.327) 
  15. Informar de cada episodio cotidiano es pedir el beneplácito del otro sobre nuestra ficción photoshopeada de nuestra existencia. (Pg.331) 
  16. Una mente poco trabajada siempre busca culpables en lo demás. (Pg.334) 
  17. La verdadera vocación se abre paso, como el agua. (Pg.351) 
  18. Cómo odio mis valores, esos que me dejaron indefensa, porque en el fondo no te cabe en la cabeza que puedan existir personas que no los tienen. (Pg.351) 
  19. Y es que vivir aterrorizados por si algo sale mal te convierte en un incapacitado para disfrutar del durante. (Pg.353) 
  20. Saber decir NO llena la vida de vida. (Pg.385)  
  21. A veces no te enamoras solo de la persona sino por el momento en que la encuentras. (Pg.487) 
  22. Un dolor emocional puede herir las neuronas. Está demostrado. Las heridas del corazón existen. Sólo que están en el cerebro. (Pg.525) 


Ana María Bustos

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